Adaptar un juego habitual a jóvenes o niños con N.E.E.
- Mil caminos en mi mochila
- 24 nov 2019
- 4 Min. de lectura
Saber adaptar un juego habitual para que lo puedan disfrutar jóvenes o niños con necesidades educativas especiales, es algo que cualquier Monitor debería controlar y dominar sin problemas.

Cada vez es más normal que entre nuestros participantes en un campamento, nos encontremos con jóvenes y niños con necesidades educativas especiales (N.E.E.).
En algunas ocasiones serán tan específicas que nos obligarán a incluir una serie de adaptaciones en nuestra programación o planificación general, en todos o muchos aspectos y tener una vigilancia y seguimiento especial a esos jóvenes o niños por parte de los Monitores.
Pero también nos encontraremos con casos en los que con unos mínimos cambios conseguiremos los objetivos planteados.
En ambas situaciones hemos de actuar con naturalidad, INTEGRANDO al joven o niño N.E.E. y obrando sin forzar la situación ni darle más relieve o importancia de la necesaria.
Dentro de las actividades de ocio y tiempo libre por parte de las personas que presentan limitaciones en su autonomía personal, se hace imprescindible crear las condiciones suficientes y necesarias para que tal participación sea efectiva y gratificante.
Las adaptaciones en las actividades y en los juegos, las condiciones de accesibilidad de los espacios, la adecuación de los materiales y la creación de un clima natural y sensible en el grupo, son algunas de las dimensiones que se deberán abordar para lograr un tiempo libre capaz de dar respuesta a las necesidades y expectativas de todos los implicados. No hemos de tener miedo a abordar estos cambios tan justos y necesarios.
A continuación os ofrezco unos ejemplos de adaptaciones de varios juegos clásicos a un usuario que utiliza silla de ruedas, a un usuario ciego, a un usuario sordo y a un usuario con discapacidad intelectual.
Usuario con silla de ruedas.
Juego: “El pañuelo”.
Lugar: Zona llana y lisa sin desniveles (ej. Pista deportiva, zona tierra compacta…)
Materiales: un pañuelo largo o trozo tela.
Explicación del juego y adaptación: Es el clásico juego del pañuelo, en el que dos equipos luchan por llegar antes a coger un pañuelo situado a una distancia igual para ambos. Se numera a los participantes, y el monitor, o un niño con el pañuelo, dice el número de los que tienen que salir a por él.
Agrandaremos el espacio de juego, abarcando una superficie más amplia. Incluiremos a los niños en silla de ruedas en los dos equipos. El resto de niños realizará el recorrido de forma más compleja (en zig-zag, a la pata coja,…) y los niños en silla de ruedas, se colocarán más cerca del pañuelo que los demás alumnos. También podemos poner la variante de que reciban ayuda de alguien de su equipo empujando la silla o enfrentarles a compañeros que también estén en silla de ruedas en el otro equipo.
Dejaremos muy claras las normas de distancias y manera de correr hacia el pañuelo a todos los participantes, así como formas de interceptar al que ha cogido el pañuelo (para todos bastará con ser tocados)
Usuario sordo.
Juego: “El pilla-pilla”.
Lugar: Zona amplia, llana y lisa, tanto interior como exterior.
Materiales: un sombrero de color llamativo.
Explicación del juego y adaptación: es el tradicional juego de “pillar”, en el que una o varias personas (dependiendo del número de participantes y la extensión del lugar) “la quedan” y han de atrapar a los demás, pasando esa persona atrapada “a quedarla”. Para adaptarlo a usuarios sordos (que lógicamente no pueden oír el aviso de “la quedas” al niño atrapado o los gritos de los otros niños cuando se les acerca el que la queda) pondremos al que “la quede” un sombrero colorido y llamativo que lo identifique inmediatamente.
Podemos establecer variantes de hacer cadenetas con los atrapados, delimitar espacios más reducidos, que la queden varios niños pero no puedan salir de un sector en concreto… Las normas serán muy simples, ya que el único cambio será el de que cuando uno es atrapado ha de detenerse para ponerse el sombrero y así ser identificado. Estableceremos un sistema de señales visuales para que sepan cuando comienza y cuando acaba el juego.
Usuario ciego
Juego: “Trespiés”
Lugar: Zona amplia, llana y lisa, tanto interior como exterior. Delimitada.
Materiales: Una cuerda o similar por pareja. Silbato.
Explicación del juego y adaptación: Se colocan los niños por parejas en la línea de salida, unidos por uno de sus pies con una cuerda o similar. A la voz del monitor, deberán salir hacia la línea de meta intentando llegar lo antes posible. Gana la pareja que llegue primero. Los niños con discapacidad visual llevarán parejas videntes para que les guíen en todo momento. El camino estará perfectamente señalizado. Se puede instalar una fuente sonora en la meta.
Usuario con discapacidad intelectual
Juego: “Invasión aérea”
Lugar: Zona amplia, llana y lisa, tanto interior como exterior. Delimitada.
Materiales: Balones grandes de espuma de colores, una cuerda, silbato y una tela grande.
Explicación del juego y adaptación: Dividiremos el espacio en dos campos. La delimitación de los campos será una cuerda de lado a lado del espacio, colgada a la altura de los ojos de los niños, y sobre la cuerda tenderemos la tela con la finalidad de que los jugadores de un campo no vean con claridad el campo ni los jugadores contrarios. Una vez marcado el campo de juego, dividiremos a los niños en dos grupos y cada grupo se situará en un lado del campo. En cada campo habrá cajas con pelotas.
Ante niños con este tipo de discapacidad, priorizaremos en realizar con ellos explicaciones cortas, sencillas e individualizadas, si fuese necesario, primando la información de carácter visual, mediante demostraciones, etc. A la señal (silbato) se vaciarán las cajas y cada jugador deberá coger una o varias pelotas que encuentre en su campo y lanzarlas al campo contrario. La finalidad del juego consiste en intentar sacar todas las pelotas del propio campo y enviarlas/lanzarlas al campo contrario. Ganará el equipo que al finalizar el juego tenga menos pelotas en su campo.
* En niños con niveles de discapacidad mental elevado, la diversión del juego consistirá solamente en lanzar balones al otro campo sin importar quien tiene mas o menos. Lo importante es jugar y que se diviertan.
Estos son sólo unos ejemplos para animaros a realizar vuestras propias adaptaciones. Como podéis ver no son difíciles de hacer, aunque hemos de procurar tenerlas acabadas con antelación, en cuanto conozcamos el perfil de los participantes.
Quizás el caso que más me llamó la atención en mis años de campamento fue el de un joven con fotofobia, lo que nos obligaba a limitar en las actividades el uso de linternas, flashes o luces titilantes, así como tener cuidado con las cortinas en dormitorios y viajes en bus. Pero con una adaptación previa, evitamos posibles problemas.
Espero haberos sido de ayuda. Gracias por leerme.
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